Beneficios del contacto piel con piel y su impacto en el vínculo madre-hijo

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El contacto piel con piel, también conocido como “canguro”, es una práctica que consiste en colocar al recién nacido desnudo (solo con pañal) sobre el pecho desnudo de su madre o padre, piel con piel. Esta sencilla acción, cargada de significado, ofrece una multitud de beneficios tanto para el bebé como para la madre, fortaleciendo significativamente el vínculo afectivo entre ambos.

Beneficios para el bebé:

La práctica del contacto piel con piel genera una cascada de efectos positivos en la salud y el desarrollo del recién nacido. Algunos de los beneficios más destacados son:

  • Estabilización de la temperatura corporal: El cuerpo de la madre o padre proporciona una temperatura ideal y estable para el bebé, regulando su temperatura y minimizando el riesgo de hipotermia. Esto es especialmente importante en los recién nacidos prematuros o de bajo peso al nacer.

  • Mejora de la respiración y frecuencia cardíaca: El contacto piel con piel ayuda a regular la frecuencia cardíaca y la respiración del bebé, haciéndola más estable y tranquila. Esto se debe a la sensación de seguridad y protección que proporciona el cuerpo del cuidador.

  • Mayor ganancia de peso: Estudios han demostrado que los bebés que experimentan contacto piel con piel tienen una mayor ganancia de peso durante las primeras semanas de vida, lo que es crucial para su desarrollo y crecimiento.

  • Reducción del estrés y el llanto: El contacto físico cercano y el calor del cuerpo del cuidador proporcionan al bebé una sensación de calma y seguridad, reduciendo así el estrés y el llanto. El ritmo cardíaco y respiratorio más estables contribuyen a esta tranquilidad.

  • Mejor regulación de la glucosa en sangre: El contacto piel con piel puede ayudar a regular los niveles de glucosa en sangre, especialmente importante para recién nacidos con riesgo de hipoglucemia.

  • Mejor sueño: El contacto piel con piel promueve un sueño más profundo y prolongado, favoreciendo el desarrollo del sistema nervioso central del bebé.

  • Fortalecimiento del sistema inmunológico: El contacto piel con piel facilita la transferencia de microorganismos beneficiosos de la madre al bebé, contribuyendo al desarrollo de su sistema inmunológico.

Beneficios para la madre:

El contacto piel con piel también reporta numerosos beneficios a la madre, impactando positivamente su bienestar físico y emocional:

  • Incremento de la oxitocina: El contacto físico cercano con el bebé estimula la liberación de oxitocina, la hormona del amor y el apego, tanto en la madre como en el bebé. Esta hormona juega un papel fundamental en el vínculo afectivo y en la lactancia materna.

  • Mayor facilidad para la lactancia materna: El contacto piel con piel facilita el inicio y el mantenimiento de la lactancia materna. El bebé, más tranquilo y receptivo, se engancha al pecho con mayor facilidad. Además, la liberación de oxitocina ayuda a la bajada de la leche.

  • Reducción del estrés posparto: El contacto piel con piel puede ayudar a reducir los niveles de estrés y ansiedad en la madre durante el posparto, un período especialmente delicado en la vida de la mujer.

  • Mayor confianza y seguridad en su capacidad materna: El contacto piel con piel ayuda a la madre a conectar con su bebé a un nivel profundo, generando una mayor confianza y seguridad en su capacidad para cuidarlo.

  • Mejor estado de ánimo: La liberación de oxitocina y la experiencia de conexión íntima con el bebé contribuyen a un mejor estado de ánimo en la madre, combatiendo la depresión posparto.

Impacto en el vínculo madre-hijo:

El contacto piel con piel es una herramienta fundamental para el desarrollo del vínculo afectivo entre la madre y el hijo. Esta experiencia temprana de proximidad física y emocional establece las bases para una relación segura y saludable a lo largo de la vida. El bebé aprende a confiar en su madre y a sentirse seguro en su presencia, mientras que la madre se siente más conectada y vinculada a su hijo.

En conclusión, el contacto piel con piel es una práctica sencilla pero poderosa que ofrece una multitud de beneficios para la salud física y emocional tanto del bebé como de la madre, favoreciendo el desarrollo del vínculo afectivo entre ambos. Se recomienda encarecidamente su práctica, especialmente durante las primeras horas y días después del nacimiento. Si tienes dudas, consulta con tu médico o matrona para obtener más información y orientación.